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Así lo han explicado en rueda de prensa la portavoz de la asociación, Gádor Joya, y dos de los expertos que trabajan con ella sobre este asunto, el vicepresidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y presidente de la Sociedad Madrileña del ramo, Álvaro Gándara, y el profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Derecho Sanitario, Alfonso López de la Osa. Según ha señalado Gándara, el anteproyecto normativo conocido como Ley de Muerte Digna "da cobertura a supuestos que ya estaban contemplados" en la Ley de Autonomía del Paciente, mientras que "adolece precisamente" del que a su juicio era más necesario, garantizar que todos los ciudadanos tendrán acceso a cuidados paliativos en el momento final de su vida. "No garantiza ni por presupuesto ni en el articulado la prestación de cuidados paliativos", ha denunciado el doctor, para incidir en que "hacen falta más de 300 recursos" para ampliar al total de la población la cobertura disponible, que hoy, con 400 equipos, llega al 60 por ciento y deja a "entre 25.000 y 30.000 pacientes cada año sin ser atendidos correctamente". "Mientras no se facilite el acceso a cuidados paliativos a toda la sociedad no se podrá hablar de una buena ley", ha añadido. En este sentido, ha indicado que, entre "otras carencias", la norma no contempla la presencia de expertos psicosociales en las unidades de cuidados paliativos, ni la atención de los pacientes terminales en su domicilio, ni la tramitación urgente de la Ley de Dependencia para que no llegue, como ocurre "en muchos casos", cuando el solicitante ha fallecido. Además, ha señalado que el anteproyecto "habla de formación, pero no especifica" y mientras tanto, en España "sólo tres facultades de medicina contemplan los cuidados paliativos como asignatura y lo hacen con una optativa en primer ciclo". Para Gándara es imprescindible que esta rama se constituye como especialidad porque, según ha dicho, en la actualidad "un alto porcentaje de equipos de cuidados paliativos son atendidos por profesionales sin formación cualificada". "PUERTA ABIERTA A LA EUTANASIA" Por contra, lo que sí contempla la ley a juicio de Derecho a Vivir es "una puerta abierta a la sedación paliativa" que, según ha concretado Gándara, "si está mal indicada, mal aplicada o con dosis excesiva siempre a petición del paciente, puede ser una eutanasia" a la que, según la organización, el médico no puede negarse. En este sentido, López de la Osa ha afirmado que la ley "no introduce el derecho a la objeción del conciencia" del facultativo, lo que le convierte, a su juicio, "en un autómata de la decisión del paciente" que, además, si se niega a cumplir su voluntad, "puede verse en los tribunales". "El médico incurriría en un delito de desobediencia civil", ha asegurado, para explicar que el facultativo que se negase a aplicar una sedación terminal reclamada por el paciente estaría "desobedeciendo una ley" y por ello, se vería sujeto a "las sanciones que contempla la Ley General de Sanidad". Aunque Derecho a Vivir defiende que sea eliminado el artículo del anteproyecto que reconoce el derecho del paciente a este tipo de sedación, la portavoz de DAV ha indicado que "quizá los médicos se sentirían más tranquilos si al final del mismo se añadiera la frase 'siempre y cuando esté indicado'" este tratamiento. | |||||
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