|
|
|
Holanda, un país que hace medio siglo era católico o protestante, o sea absolutamente cristiano, ha vivido un proceso radical de secularización que se ha traducido en los siguientes datos estadísticos: el 41% de la población declara no tener ninguna creencia religiosa; el 58% ignora el significado de la Navidad; sólo un 16% de los niños se bautizan; y sólo un 7% de católicos van a misa los domingos. Al mismo tiempo, el vació existencial de una población inmersa en el laicismo ha conducido a una progresiva deshumanización de la sociedad que se ve reflejada en hechos concretos, como que actualmente se practiquen más de 2.500 eutanasias al año y más 400 suicidios asistidos. Sin embargo, algo se mueve. Tras tocar fondo, poco a poco, la religión se vislumbra como una posible salida a la decadencia de la secularizada Holanda. Tanto es así que, mientras en el 68 no salió ni un solo sacerdote del seminario de Haarlem-Ámsterdam, hoy ya hay 45 seminaristas, reflejo de una fuerte presencia neocatecumenal, y se ordenan 15 sacerdotes nuevos cada año. Son datos de un informe elaborado por Marina Corradi que fue publicado el pasado 23 de diciembre en el diario Avvenire, propiedad de la Conferencia Episcopal italiana. Colegios católicos llenos Según el obispo de Haarlem-Ámsterdam, Josef Maria Punt, algo ha cambiado respecto a la crisis más dura experimentada veinte o treinta años atrás y ahora se percibe una nueva exigencia, generada por el sentido de vacío. Hoy, cada año en Holanda se ordenan 15 nuevos sacerdotes [...] En esta diócesis, algunos cientos de personas piden cada año el bautismo de adultos, añade. Además, Josef Punt constata que en nuestra escuela católica en Haarlem no llegamos a aceptar todos los pedidos de inscripción. Tengo la sensación que estos padres, pese a que no son creyentes, están fascinados por la belleza del cristianismo y la desean para sus hijos. Así, ante el sentido de vacío que se ha producido, sobre todo entre los más jóvenes, la Iglesia está verdaderamente llamada a ser misionera, añade el arzobispo emérito de Utrecht, el cardenal Adrianus Simonis, de 78 años. Se han perdido dos generaciones. Se trata de recomenzar de nuevo, y dentro de una cultura indiferente al cristianismo, en medio de medios de comunicación que no son amistosos, agrega el llamado gran anciano de la Iglesia holandesa. Descristianización evidente De hecho, el proceso de descristianización vivido en Holanda desde hace medio siglo es evidente. Mientras que las principales confesiones protestantes agrupaban a finales de los años 50 al 23% de la población, hoy sólo alcanzan el 6%. Los católicos eran en 1958 alrededor del 42%, pero actualmente se han reducido al 17%. La Oude Kerk, la iglesia más antigua de Ámsterdam, construida en 1309, está actualmente en el corazón del Barrio Rojo, donde las prostitutas sudamericanas y del Este golpean en los cristales para atraer la atención de los transeúntes. La Neuwe Kerk, la iglesia donde eran coronados los reyes de Holanda, es ahora un museo; y la única iglesia que triunfa es la de la Cienciología, con seis pisos en pleno centro. Cabe recordar también que en 1964 se abolió la enseñanza de la religión en las escuelas, hasta el punto en que dos generaciones de holandeses han olvidado el alfabeto cristiano. Nos hemos extraviado, hemos perdido nuestra identidad cristiana. Si esta identidad fuese fuerte, no tendríamos miedo a los islámicos, advierte el cardenal Simonis. Islamización de la sociedad El cardenal se refiere así a una cierta islamofobia que se está dando en una buena parte de la sociedad. Y es que sobre una población total por encima de los 16 millones de habitantes, el número de inmigrantes árabes supera los 900.000; y el número de mezquitas, sólo en Ámsterdam, es de veinte. Al mismo tiempo, el partido de Gert Wilders, de la derecha populista, es el segundo según las encuestas, mientras que dos terceras partes de los holandeses consideran que los inmigrantes son demasiados. Pero, por otra parte, se está produciendo desde hace unos años un fenómeno paralelo de crecimiento de los inmigrantes cristianos, que ya sumaban en 2007 unos 700.000. Estos cristianos dan vida a iglesias propias y están también reintroduciendo, por ejemplo, los crucifijos en las aulas católicas del país. | |||||||||||||||||||
Recibir NOVEDADES FLUVIUM |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|